Parece ser que ya empezamos a reconocer a las aves por su canto.
Ayer leíamos las lamentaciones de esta PTC que por falta de capas de protección había visto disminuidas sus arcas por estafadores en USD 6.000. Y quizás así haya sido, pues una vez que lo leímos, una rápida búsqueda en la web nos acercó elementos de prueba de que las herramientas estaban disponibles.
Pero si algo deben aprender los emprendedores que deciden establecer un negocio con un programa barato y sin garantías, es que ellos son los responsables finales de la seguridad de cada sitio, no el usuario que pierde su tiempo ingresando datos, contraseñas, reconociendo captchas y cliqueando avisos.
La declaración de Advuze indica que han debido contratar un par de analistas y que deberán identificar quien es referido de quien, las IPs, identidades múltiples, etc; algo que tomará "entre una y dos semanas pero que pagarán a todos los miembros honestos"
Que "están dispuestos a dar una segunda oportunidad a aquellos que así lo soliciten". Al llegar a ese párrafo ya nos pareció demasiada ternura. Pagos demorados, dinero faltante y segundas oportunidades. ¿Quién perdona al ladrón si tiene los elementos de prueba fehacientes?
Cuán reiteradamente estamos leyendo esas frases últimamente.
Algo olía mal.
Pero en el fondo estábamos contentos con Advuze, hasta ayer 5 clics nos devolvían 5 centavos.
Pero hoy, por enésima vez nos encontramos con la misma chanchada que se reitera: para obtener UN centavo de dólar, es necesario pasar los registros, esperar las cargas y ver... 13 (¡trece!) anuncios.
Señores, nos acaban de expulsar a todos, buenos y malos. Y es una pena, porque este anuncio hará eco en todos, porque el consejo será el de siempre: no inviertas una sola moneda en una PTC que te cambia las reglas de un día para otro, como acaba de pasar por ejemplo con NouLinx.
jueves, 27 de marzo de 2014
Suscribirse a:
Entradas (Atom)